Proyecto de intervención en promoción de salud escolar
Esta
propuesta surge ante las demandas de intervención del Equipo de Orientación Educativa (EOE) de
la zona, en menores entre 10 y 12 años que presentan comportamientos altamente sexualizados
así como el aumento en el número de niños
y niñas con sobrepeso, lo que en algunos casos, les plantea conflictos de adaptación
en sus relaciones sociales y en el ámbito académico y por último la tendencia
mayoritaria a la utilización de dispositivos electrónicos en los momentos de recreo,
en detrimento de otro tipo de ocio activo e interacción social.
Planteamos
una intervención desde la perspectiva de promoción de la salud entendiendo como
tal el proceso de
capacitación de las personas para aumentar el control sobre su propia salud y mejorarla.
Partimos de
la base de que Salud y Educación no
constituyen dos conceptos separados, sino que se relacionan mutuamente y no
pueden ser desvinculados. Se trata de combinar conocimientos, aptitudes,
actitudes y usar esa fuerza para modelar la vida propia y contribuir a hacerlo
con la de los demás. Es en este punto donde cabe resaltar la importancia de la
escuela (además de la familia) como el espacio de socialización y aprendizaje,
donde se transmiten conocimientos, creencias, valores y hábitos que conducen a
hábitos saludables optimizando la calidad de vida tanto de los alumnos como la
de los demás integrantes de la comunidad educativa o del contexto próximo con
el que se relaciona la institución escolar. La escuela a través del diálogo,
fomentado por los educadores y entre iguales, privilegia la transmisión de
contenidos conjuntamente con el aprendizaje de estrategias para la resolución
de problemas afirmando el juicio crítico y la creatividad, el reconocimiento de
los derechos y obligaciones así, como el reconocimiento de posibilidades y
limitaciones afianzando la construcción del ejercicio de una autonomía
responsable.
Si bien, la educación para la salud en las escuelas
tiene una larga y variada trayectoria se ha insistido en la necesidad de un
enfoque integral y de estrategias más innovadoras, basadas no en los factores
de riesgo que presenta la comunidad escolar sino en los recurso o activos que esta misma comunidad posee y que incluyan: capacitación y actualización a
los maestros; participación de los alumnos, los padres y la comunidad;
servicios de salud acordes a las necesidades reales de la población escolar,
promoción de hábitos saludables y el uso de metodologías educativas formales y
no-formales dirigidas a potenciar las habilidades y destrezas ya existentes así
como a desarrollar otras nuevas haciendo de la vida escolar una oportunidad
para el desarrollo en salud.
Nos posicionamos desde el concepto y estrategia de
“escuela saludable” que se generó a
partir de la Carta de Ottawa, que la reconoció como el espacio donde convergen
las acciones intersectoriales e interdisciplinarias que buscan la formación
integral de niños y niñas, quienes serán los responsables del desarrollo de la
humanidad en los próximos años. Este modelo procura combinar elementos como la
información y el desarrollo de habilidades y conocimientos, junto a otros tales
como el desarrollo de ciudadanías activa y la participación en programas que
busquen mejorar las condiciones de vida de los jóvenes.
Para conseguir estos objetivos debemos, en primer lugar, hacer evidentes las fortalezas de esta etapa
de la vida. Es fundamental que los adolescentes sean reconocidos como un grupo
de alto valor para el desarrollo de la sociedad e impulsar acciones que
impacten en ellos como capital humano y actores protagonistas de su propio
desarrollo, con derechos y capacidades para intervenir en su presente y lograr
una participación activa en su propio destino y en el desarrollo colectivo.
Esto implica, generar en los adolescentes
y en la comunidad, la necesidad de una participación y compromiso
activos en la toma de decisiones, alentarlos a priorizar, establecer y definir
los objetivos que contribuyan a la promoción de conductas saludables.
Metodología:
Se realizará una metodología participativa
utilizando para ello el tejido de trabajo del centro de salud (PIOBIN, Forma joven), el del propio centro de enseñanza a
través de sus órganos de participación (consejo escolar, AMPAS, consejos de alumnos),
y de la comunidad en general (
asociaciones de vecinos, patronato municipal de deportes, concejalía de
bienestar social, participación ciudadana, universidad, etc.)
Los agentes implicados en esta intervención serán
en la fase de planificación los profesionales sanitarios (pediatras, médicos de
familia, profesionales de enfermería, psicólogos del equipo de salud mental
infanto-juvenil y trabajadores sociales).
En la fase de ejecución, son los propios alumnos
los protagonistas de las acciones. Desde la promoción de la salud hay que
facilitar y apoyar las actividades que fomenten su participación, que tengan la
posibilidad de comprender las consecuencias y repercusiones de sus opiniones y
tomar decisiones a la altura de su edad sin tener el permanente ‘poder’ del
adulto, buscar estrategias de cómo
profundizar en sus inquietudes y
preocupaciones; sin olvidar a los padres y los profesores, actuando los
profesionales sanitarios simplemente como facilitadores y prestando su apoyo en los procesos de educación
para la salud buscando entre todos la comunicación social, las alianzas
estratégicas, la intersectorialidad, la interdisciplinariedad, y el
fortalecimiento de las redes sociales como herramientas de todo proceso de
promoción de la salud escolar.
El escenario
de actuación será el colegio y la
comunidad en general, y los objetivos de la intervención son:
1.
La educación afectivo-sexual: Es
importante distinguir entre información sexual (transmisión de hechos y datos
acerca de cómo funciona el cuerpo y cómo se pueden prevenir situaciones que a
menudo se asocian o generan problemas de salud) de la verdadera educación para
la sexualidad cuyo objetivo es
desarrollar y favorecer las aptitudes y actitudes en la interrelación entre las
personas y desarrollar una sexualidad sana que promueva el conocimiento de sí
mismo, la autoestima, la construcción de la identidad sexual, el respeto a la
igualdad entre sexos, la afectividad y
el respeto mutuo.
2. La
promoción de hábitos saludables, entendiendo como tales una alimentación sana y
equilibrada, con una promoción de la actividad física orientada a la salud
junto con la construcción de un ocio
activo. La disminución del IMC se plantea como un objetivo a medio y largo plazo
siendo nuestro objetivo fundamental los
cambios en el estilo de vida y la mejora de la autoestima y la autoimagen y las
relaciones sociales con sus iguales.
Procedimiento:
Delimitamos tres etapas de trabajo:
1-Trabajo de campo:
En la primera etapa de un mes de duración hemos
realizado un trabajo de campo previo en
el que mediante entrevistas a los adolescentes del colegio hemos podido conocer
los activos para la salud que identifican los alumnos, los recursos
comunitarios y personales que permiten logros, interacción social y autoimagen positiva..
Los contextos abordados fueron: factores personales, del grupo de iguales,
familia, escuela y barrio.
ü
Factores
personales destacan la presencia de habilidades sociales: capacidad
de interacción, promover respuestas positivas en otros, empatía y comunicación
con los demás, habilidades cognitivas: destreza para resolver problemas,
planificación de tareas, buscar y usar recursos para conseguir ayuda y habilidades
en el control de las emociones: reconocimiento de cambios de humor
y control de las emociones.
ü El grupo es reconocido como un espacio
de socialización, de contención y apoyo, en el que los adolescentes se sienten
a gusto con sus iguales. Los vínculos de amistad se constituyen en un soporte
muy valorado.
ü La familia sigue siendo considerada como
el principal ámbito de contención afectiva y apoyo social. Los adolescentes
entrevistados reconocen como factores de protección la comunicación dentro de
la familia, la comprensión y el apoyo, el cuidado y los límites así como la
oportunidad de sentirse protagonistas y tener autonomía.
ü La escuela también es reconocida como
un ámbito positivo reconociendo como factores de protección el apoyo que
reciben de algunos docentes, las acciones preventivas desarrolladas en la
escuela, la formación en algunos valores, la posibilidad de fijar límites
claros y firmes así como la enseñanza de habilidades de tipo cognitivo,
afectivas y sociales.
ü Y
en último lugar el barrio es
reconocido como un activo para la salud cuando es sentido como seguro y en él
encuentran espacios donde reunirse con sus iguales y realizar actividades de
ocio y ejercicio físico.
Se entrevistarán también los docentes y los padres a través de sus
representantes en el AMPA para tener una visión más global de los recursos que
ofrece la familia, el entorno escolar y
la comunidad.
Se realizará un diagnóstico de salud al principio y
para monitorización y evaluación de la efectividad al final de la intervención mediante la cumplimentación de una serie de
cuestionarios entre el alumnado: el cuestionario Kidmed de adherencia a la
dieta mediterránea, cuestionario de actividad física del programa Perseo, encuesta
sobre conocimientos de hábitos saludables, cuestionario de autoestima, escala
de autoeficacia generalizada, escala de empatía, escala para la evaluación de
la expresión manejo y reconocimiento de las emociones, escala de apego a
iguales, escala para la evaluación de habilidades sociales y la escala de
percepción del clima y funcionamiento del centro.
Al mismo tiempo los alumnos serán pesados y tallados para conocer su
IMC y el grado de normopeso, sobrepeso u obesidad.
2-Etapa de capacitación de
líderes:
En esta etapa de dos meses de duración, y según el
resultado de las encuestas y de las
entrevistas trabajaremos con un grupo de
alumnos en talleres de formación-
capacitación de líderes promotores de salud (en número de 5-10) y talleres con docentes,
educadores, y padres. El objetivo es
utilizar las habilidades, aptitudes y actitudes de los alumnos con un alto sentido de la
coherencia y unos hábitos saludables
consolidados para que asuman el protagonismo
a la hora de intervenir con el resto de los alumnos.
Se utilizarán en los talleres estrategias
participativas buscando promover la producción grupal, la reflexión conjunta acerca de la
problemática adolescente y promoción de salud desde el ámbito escolar, así como
de los factores identificados como promotores de salud.
3-Fase de paso a la acción:
En esta fase,
que durará el resto del curso escolar, se trabajará con el total de los alumnos
implicados, llevando a cabo la misma
estrategia de participación.
Los alumnos se repartirán en grupos pequeños y realizaremos talleres grupales y tutorías,
que se irán modificando en función de las motivaciones e intereses de los
participantes, con el objetivo de conseguir la adquisición de nuevos
comportamientos, motivaciones, creencias, actitudes y valores, asociados a un
mejor estilo de vida.
El grupo se convertirá en un espacio propicio para expresar ideas y
sentimientos en un ámbito de confianza y libertad, de igualdad de oportunidades
para participar y asumir un rol protagonista, debatiendo ideas ante la toma de
decisiones, incentivando la creatividad, potenciando un aprendizaje que
contribuya a la elaboración de experiencias a través de la reflexión y
comunicación de lo vivido en lo que respecta a las problemáticas específicas de
la adolescencia y salud. Se aplicarán estrategias dirigidas a adquirir
información acerca de la promoción de factores protectores (autoestima,
autoeficacia, asertividad), uso saludable del tiempo libre, reconocimiento de
potencialidades y fortalezas, desarrollo del pensamiento autónomo y crítico,
reestructuración cognitiva, solución de problemas y toma de decisiones, valorización
del sentido del humor, entrenamiento en habilidades sociales, y establecimiento
de una escala de valores orientada al desarrollo personal y comunitario, asumiendo
este espacio como un ámbito de contención, de aceptación y apoyo a partir del
cual logran una mayor integración social estableciendo relaciones igualitarias con
sus pares, estimulando el desarrollo de conductas saludables.
Los talleres serán conducidos por los líderes con el apoyo y
asesoramiento de los profesores, orientadores, sanitarios y los padres.
Se han establecido objetivos para cada sesión según
el área a tratar:
En los talleres de educación afectivo-sexual los principales
objetivos son:
ü
El respeto a la voluntad y a la libertad del
otro y hacia uno mismo
ü Diferencia
entre interacción, vínculo y dependencia
ü Asumir
la responsabilidad sobre sus propias relaciones
ü Diferencia
entre afectividad, intimidad, sexualidad y genitalidad
ü
Prevención del maltrato sexual trabajando con los adolescentes como posibles
víctimas y posibles agresores
En este apartado, además de los talleres psicoeducativos, hemos
pensado realizar visualización de películas, lecturas de artículos y capítulos
de libros, así como teatralizaciones de los propios alumnos, que nos sirva para
reflexionar entre todos sobre el comportamiento afectivo-sexual de esas
experiencias y ejercitar la resolución de problemas.
Talleres sobre hábitos saludables:
ü
Pirámide de la alimentación sana y equilibrada
ü Clasificación
de los alimentos por grupos: libres, ligeros, pesados y megapesados
ü Importancia
del desayuno
ü La
dieta mediterránea
ü Diferencia
entre “hambre física” y “hambre emocional”
ü Como
prevenir los atracones
ü Mejorando
la autoestima y la autoimagen
ü Importancia
de la actividad física en nuestra salud: desarrollar un profundo entendimiento
de por qué es necesario comprometerse con una vida físicamente activa.
ü Construyendo
un ocio activo: buscar oportunidades adicionales de acumulación diaria de la
adecuada cantidad de actividad física apropiada para su edad a partir de otras
opciones fuera del programa de educación física.
Además de transmitir información realizaremos otras actividades que
faciliten refuercen y predispongan a realizar conductas saludables en consenso
con los alumnos como pueden ser:
ü
Concurso de recetas de frutas
ü Elaboración
de recetas tradicionales de la cocina mediterránea con el apoyo de los abuelos
ü
Concurso “máster chef infantil con el apoyo de
los alumnos de la escuela de hostelería
Estas actividades serán voluntarias y se irán ofreciendo según los
intereses y demandas que surjan en los talleres. Se realizarán en el colegio
con el apoyo del AMPA, las asociaciones de vecinos, asociaciones juveniles, etc.
En cuanto a la promoción de la actividad física
basaremos nuestra intervención en el estudio MOVI-2 que es un programa de actividad física recreativa
y no competitiva, basada en el juego, y adaptada al nivel de desarrollo de los
niños de los últimos cursos de Educación Primaria. Incluye juegos de iniciación
deportiva (baloncesto, balonmano, voleibol, etc.), deportes alternativos
(hockey, ultímate, beisbol, etc.), juegos populares y tradicionales (escondite,
cara y cruz, el pañuelo, etc.), juegos con material alternativo (indiacas,
paracaídas, etc.), actividades en el medio natural (juegos de rastreo y pistas,
gymkanas, bicicletas, etc.) y juegos con música (bailes, danza, circuitos,
etc.). El objetivo inmediato del programa fue aumentar el tiempo de actividad
física semanal desarrollando los componentes de la condición física
relacionados con la salud (resistencia aeróbica, fuerza muscular,
velocidad-agilidad y flexibilidad).
Cada semana se realizaran dos sesiones de 90 minutos en dos días
lectivos en horario extraescolar, y una sesión de 150 minutos el sábado por la
mañana.
El objetivo fundamental del programa es disminuir el sedentarismo y
aumentar la actividad física saludable y los objetivos específicos son:
ü
Desarrollar la práctica del deporte como
recreación, divertimento y complemento fundamental de la formación integral.
ü Fomentar
adquisición de hábitos permanentes de actividad física y deportiva, como
elemento para su desarrollo personal y social.
ü Organizar
actividades físico-deportivas adecuadas a la edad y necesidades, en consonancia
con su desarrollo físico y biológico, primando los aspectos de promoción,
formativos y recreativos, ocupando parte del tiempo de ocio de manera activa,
lúdica y divertida. Incrementar la participación de las niñas en actividades
físicas y deportivas.
ü Hacer
de la práctica deportiva un instrumento para la adquisición de valores tales
como la solidaridad, la colaboración, el diálogo, la tolerancia, la no
discriminación, la igualdad entre sexos, la deportividad y el juego limpio.
ü Promover
la implicación y activa participación de las familias para el desarrollo del
Programa, a través de las Asociaciones de Padres y Madres.
ü Impulsar
la activa participación de los profesionales de los Centros de Salud como
agentes activos en la promoción de la actividad física saludable en la
población infantil y juvenil.
ü Promover
que las instalaciones deportivas escolares (Centros de Primaria y de
Secundaria) puedan ser utilizadas por el alumnado en horario no lectivo y
durante toda la semana, incluyendo los fines de semana.
Se utilizará una metodología: Lúdica (el juego esa la vez que un
recurso una metodología en sí mismo), activa (el niño desarrolla su actividad
en función de sus capacidades, intereses y necesidades), flexible, (ajustándose
a cada niño en particular y respetando cualquier respuesta), participativa (a través del trabajo en equipo
fundamentalmente y evitando la competitividad, integradora, (sin distinción de
sexo o cualquier otro vínculo discriminatorio), natural y cercana (para que el
alumno valore las posibilidades que les ofrece su entorno) y motivadora,
buscando generar el hábito de la actividad física como fuente de satisfacción.
Los encargados de llevar a cabo este programa serán alumnos de la
facultad de ciencias de la educación y alumnos de la facultad de ciencias de
la educación física y deporte con el
apoyo de los profesores de educación física del colegio.
Evaluación y seguimiento del programa:
Los indicadores de evaluación cuantitativos y cualitativos
establecidos son los siguientes:
ü
Valoración de los cuestionarios que se realizaron
al inicio de la intervención
ü Número
de niños que se inscriben en cada una de las acciones programadas.
ü Asistencia
y continuidad de los niños inscritos en cada una de las actividades.
ü Encuesta
de satisfacción de los alumnos, los
padres, los docentes y monitores que han
llevado a cabo la intervención.
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